sábado, 13 de marzo de 2010

COMPRENSIÓN



Cundo alguien se siente comprendido entra en un estado de alivio, de tranquilidad y paz interior.
¿Qué hacer para vivir este valor en los pequeños detalles de la vida?
¡Quiero que me comprendan!
¿Somos capaces de comprender a los demás? ¿de procurar dar algo más que un simple: “ Sí, te comprendo”?
La comprensión es la actitud tolerante para encontrar como justificados y naturales los actos o sentimientos de otro,-- va más allá de “entender” los motivos y circunstancias que rodean a un hecho, es decir, no basta con saber qué pasa, es necesario dar algo más de nosotros.
El ser tolerantes no significa ser condescendientes con lo sucedido y hacer como si nada hubiera pasado,-- la tolerancia,- debe traducirse como la confianza que tenemos en los demás para que superen sus obstáculos.
Ver con “naturalidad” los actos y sentimientos de los demás,-- es la conciencia de nuestra fragilidad,- la convicción de saber que podemos caer en la misma situación, de cometer los mismos errores.
La mayoría de las veces los sentimientos juegan un papel importante y debemos ser cuidadosos. Una persona exaltada, triste o francamente molesta, está sujeta a la emoción momentánea, lo cual reduce su capacidad de reflexión, con la posibilidad de hacer y decir cosas que realmente no piensa ni siente--. Cada vez que alguien pide comprensión a través de palabras o actitudes,-- busca en nosotros un consejo--, una solución o una idea que lo haga recuperar la tranquilidad y ver con más claridad la solución a su problema.
Es necesario que la comprensión, sea , un producto de la razón,-- de pensar en los demás, “de ponerse los zapatos del otro”, sin hacer diferencias entre las personas.-- Si alguna vez nos hemos visto incomprendidos,-- recordaremos el rechazo experimentado-- y como nos sentimos defraudados por la persona que no supo corresponder a nuestra confianza.

Si deseamos hacer nuestra esa comprensión-- debemos pensar si hacemos lo necesario para:

· Aprender a escuchar y hacer lo posible para no dejarnos llevar por el primer impulso (enojo, tristeza, desesperación…)
· No hacer juicios prematuros,-- primero-- se deben conocer todos los aspectos que afectan la situación,-- hay que preguntar--. No basta decir que una persona es poco apta para un trabajo.
· Distinguir si es una situación voluntaria,-- producto de los sentimientos o de un descuido--. En cualquier caso siempre habrá una forma de prevenir futuros desaciertos.
· Preguntarnos-- ¿cómo reaccionaríamos nosotros al vernos afectados por la misma situación?.
· Buscar las posibilidades y opciones de solución. ¡Es la parte más activa de la comprensión¡ pues no nos limitamos a escuchar sino a conocer lo que sucede.
· Dar nuestro consejo,- proponer una estrategia-- o facilitar los medios necesarios que den una alternativa al alcance de la persona.


La comprensión no es algo para ejercitar en situaciones extremas,-- se vive día a día-- en cada momento de nuestra vida,-- con todas las personas,-- en los detalles más pequeños y en apariencia insignificantes.

¡Qué importante es la comprensión! Podemos afirmar que es un acto lleno de generosidad, porque con ella aprendemos a disculpar, a tener confianza en los demás, y por lo tanto, ser una persona de estima, a quien se puede recurrir en cualquier circunstancia.



Quiero proponer una aventura

Tal vez sea un sueño que quisiera hacer realidad. Cuando van caminando por ese país llamado felicidad se encuentran dos seres extraños y pretenden indicar el camino uno al otro ,pero de pronto se dan cuenta que siguiendo esa ruta no avanzan lo suficiente , “eso sí”, llegarán, pero no saben cuando”.


Uno le dice al otro: tu déjate guiar; pero el otro no ve claro lo que le propone y quiere ser el quien dirija, y ante el dilema acuerdan hacer cada uno una ruta.
Primero hay que saber las cosas más importantes –Mucha fortaleza –voluntad –y nunca desconfiar que lo que pretendemos merece la pena.
A hora viene lo más difícil
¿Qué se necesita? Una forma de mirar a los ojos teniendo la seguridad que en ellos puedes descansar y el otro dice: si tu te fías llegaremos.
Pero le asalta el temor ¿y si no llegamos? Emprenderemos otra ruta
¿cual?: el ir los dos juntos sin separarnos pero tiene un peligro, dice el primero, que así no sabremos cual hubiese sido la más fácil.
Pero si nos dejamos llevar y no pensamos que el otro esta equivocado, que lleva la brújula y lo tiene previsto todo será mas co modo y mas relajado.
Y si tedas cuenta por las corazonadas que tienes otra alternativa y de pronto dices:
Con mucha paciencia y serenidad podremos lograr—terminar con el tú y el yo –la desconfianza – y no poseer nada propio –y sobre todo ser los dos uno .
Y de esa manera alcanzar la meta.

Juani Dueñas
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